La
enfermedad de Perthes o necrosis avascular de la cadera es una patología que
afecta a los niños de entre 3- 10 años en la que, por causas desconocidas, se
detiene el aporte vascular a la cadera y se produce una necrosis de la cabeza
del fémur.
Después de
esta fase, comienza una reacción inflamatoria en la zona que creará nuevo
hueso, aunque éste crecerá anárquicamente y la nueva cabeza femoral perderá su
forma original esférica.
En la
primera fase de destrucción del hueso, la patología suele ser asintomática, por
lo que cuando aparece el dolor el proceso suele estar bastante avanzado.
Las causas
de esta enfermedad, como hemos dicho, son desconocidas, aunque se especula con
factores constitucionales del crecimiento, traumáticos y ambientales. Es más
frecuente en niños que en niñas.
¿Qué síntomas produce?
-
Dolor
a nivel de la cadera, ingle o rodilla
-
Cojera
-
Rigidez
en la articulación de la cadera con limitación de la movilidad
-
Acortamiento
de la pierna
-
Atrofia
muscular del muslo (cuádriceps)
En el
momento en el que aparezca cualquiera de estos síntomas, se debe acudir al
médico para que realice las pruebas pertinentes, lleve un seguimiento de la
patología y dar un tratamiento en caso de necesitarlo.
Durante la
evolución de la patología es importante no realizar actividad física intensa,
como correr o deportes que incluyan impactos o golpes. Sin embargo, el
movimiento controlado de la articulación ayudará a que evolucione
favorablemente y a mantener la movilidad. Los ejercicios indicados son, por
ejemplo, el caminar, trabajar la movilidad de la cadera dentro del agua y
ejercicios analíticos de la musculatura de la cadera y muslo.
Durante las
crisis, es importante hacer reposo y tomar medicación antiinflamatoria.
¿Qué podemos hacer para frenar la
evolución de la patología?
El
tratamiento de fisioterapia puede aliviar los síntomas. Consiste en lo
siguiente:
-
Tratamiento
del dolor mediante terapia manual
-
Fortalecimiento
de la musculatura de la cadera y rodilla
-
Conservación
de la movilidad de la cadera para frenar la rigidez
El
pronóstico de la enfermedad suele ser variable y depende de la edad del niño,
localización y extensión de la necrosis. A mayor edad, localización más externa
y mayor extensión, peor es el pronóstico.
En casos
graves, existe la posibilidad de la cirugía (en la edad adulta) si la
deformidad de la cabeza humeral es muy grande, pero siempre se debe evitar y
retrasar en la medida de lo posible.
Irene
Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta
Col.588 y Osteópata C.O.
C/Cirilo
Amorós, 27-3A
46004
Valencia
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