La
bronquiolitis es una infección del aparato respiratorio provocada por un virus
que afecta a las vías respiratorias más pequeñas, los bronquiolos, que al
inflamarse y llenarse de mucosidad, dificultan la respiración. La mucosidad
estancada a su vez favorecerá la aparición de infecciones.
Suele darse
en bebés de tres a seis meses de edad, aunque puede prolongarse hasta los dos
años. Es más frecuente en los meses de otoño e invierno.
¿Qué síntomas produce?
Al principio,
es como un resfriado común: congestión nasal, moqueo, tos y fiebre baja.
Si el cuadro
empeora, se puede observar:
-
Pitos
o sibilancias al respirar
-
Ensanchamiento
de alas nasales al respirar
-
Fiebre
-
Tos
y dificultad respiratoria
-
Respiración
rápida
-
Cianosis:
piel azulada debido a la falta de oxígeno, sobre todo en labios y uñas
-
Tiraje
muscular: tensión de los músculos accesorios de la respiración (cuello,
músculos intercostales)
-
Debido
al malestar, el niño puede tener fatiga, falta de apetito y correr el riesgo de
deshidratarse
Ante estos
síntomas, debe acudir siempre al pediatra. En algunos casos, la bronquiolitis
puede ser motivo de urgencia médica debido a la fiebre muy alta y la baja
saturación de oxígeno en sangre.
¿Cuáles son los
factores de riesgo?
-
Exposición
al humo de tabaco
-
No
ser amamantado con leche materna
-
Nacer
antes de la semana 37 de gestación
-
Ser
menor de seis meses
El contagio
se produce cuando alguien que tiene el virus, tose o estornuda cerca del bebé,
o éste se introduce en la boca juguetes que han sido utilizados por otro bebé
que tiene el virus. Por supuesto, un bebé con el sistema inmunológico deprimido
es más propenso a contagiarse.
¿Qué pueden hacer los
padres aparte del tratamiento médico?
-
Hidratación
continua: darle al bebé suficiente líquido, en pocas cantidades pero
frecuentemente
-
Aplicar
soluciones salinas en fosas nasales para la congestión nasal
-
La
forma de coger al bebé es importante: cuando tienen esta patología, los bebés
tienen una forma del tórax muy característica, mucho más ancha por la parte
inferior, a la altura del diafragma (tórax en “traje de flamenca”) debido a la
afectación de este, pues es el principal músculo inspiratorio.
Recomendamos coger al bebé rodeándolo con los brazos justo en esta zona,
para relajar el diafragma y “obligar” al bebé a abrir la caja torácica en su
parte superior. Ver imagen
¿Hay algún tratamiento
natural para tratar este problema?
La
osteopatía trata de manera eficaz este problema y es un tratamiento
complementario al médico. Es importante recalcar que no debe acudir a la
consulta del osteópata estando en una crisis aguda, es decir, con fiebre alta o
baja saturación de oxígeno. En estos casos siempre seguiremos los consejos del
pediatra, que le dará el tratamiento pertinente o valorará la posibilidad de
llevarlo a urgencias.
A nuestra
consulta puede acudir entre las crisis de esta patología o cuando esté en una
fase leve. El tratamiento consiste en el tratamiento manual del tórax, que
movilizará y facilitará la expulsión de mucosidad y relajará el diafragma.
También se tratará la esfera posterior del cráneo, de donde parte la inervación
de todo el sistema respiratorio.
Con este
tratamiento evitaremos recaídas de esta molesta patología.
¿ En qué consiste el
tratamiento osteopático?
-
Tratamiento
craneal: mediante la descompresión del nervio vago, que emerge del cráneo,
tratamos de manera refleja el sistema respiratorio, ya que este nervio es el
que inerva los pulmones y todo el sistema respiratorio.
-
Entrada
torácica: hay un enclave anatómico muy importante desde el punto de vista
neurológico y vascular a tratar en las patologías respiratorias. Se encuentra
entre el cuello y el tórax. Debido a las tensiones musculares de los escalenos,
estas estructuras se pueden comprimir y afectar a la respiración. Los escalenos
se pueden contracturar debido a las tensiones del cuello en el parto o la
posición intrauterina, y también son músculos accesorios de la respiración, que
se encontrarán contracturados en cualquier patología respiratoria.
-
Tratamiento
del músculo diafragma, principal músculo responsable de la respiración.
Mediante
este tratamiento conseguiremos reducir considerablemente el número de crisis de
bronquiolitis. La fisioterapia respiratoria es un tratamiento que también puede
ayudar en esta patología, en especial durante las crisis, ya que ayuda a
movilizar la mucosidad y eliminarla para evitar que se infecte. Sin embargo la
osteopatía va más encaminada a eliminar la causa del problema y por esto es más
eficaz, y la fisioterapia más al síntoma
y es una técnica más paliativa.
Irene
Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta
nº588 ICFCV y Osteópata C.O.
C/Colón,
22-2F (46004)
Tel.
647947183
No hay comentarios:
Publicar un comentario