La
obstrucción del canal lagrimal es un problema bastante frecuente en los bebés y
que se manifiesta a partir de los 15 días de edad. El canal lagrimal discurre
desde la parte interna del ojo a las fosas nasales, y su función es drenar las
lágrimas que se producen constantemente para limpiar el ojo desde el ojo a la
nariz.
La sintomatología consiste en un lagrimeo
excesivo del/los ojo/s, que si se
mantiene en el tiempo puede llegar a convertirse en una secreción purulenta
debido a la acumulación e infección del líquido proveniente del ojo.
Normalmente
se produce por un fallo en la permeabilización del canal (8º mes de gestación)
o por un funcionamiento inadecuado de la válvula de Hasner, que permite el paso
de las lágrimas a través del conducto.
También
existen causas mecánicas que pueden obstruir el canal, y éstas se producen por
la compresión de los distintos huesos del cráneo durante el paso del feto por
el canal del parto, sobre todo si éste es prolongado o si ha sido un parto
instrumentado (uso de fórceps, ventosa, palas).
El
tratamiento de este problema suele ser conservador, siendo el lavado del ojo y
el masaje del canal lagrimal los tratamientos de elección. La administración de
antibióticos se indica si el líquido es purulento o el bebé presenta
conjuntivitis e inflamación fuertes.
El
tratamiento osteopático es una opción no invasiva que puede resolver este
problema, y consiste en lo siguiente:
- Corrección
de los solapamientos óseos
- Movilidad
craneal general
- Movilidad
de los huesos relacionados con la órbita y nariz: frontales, unguis,
maxilares...
- Bombeo del
canal lagrimal para drenar su contenido
El tratamiento
osteopático de la obstrucción del canal es muy efectivo y se consigue en una o
dos sesiones de osteopatía. No tiene efectos secundarios adversos, ya que las
técnicas utilizadas son muy sutiles y no son dolorosas para el bebé.
A
continuación enumeramos algunas recomendaciones que pueden aplicar los padres:
- Lavado del
ojo con suero fisiológico
- Masaje del
canal: debe ejercerse una presión suave desde el lateral de la nariz hacia el
borde interno del ojo. Se puede repetir 4 o 5 veces y se puede aplicar varias
veces al día.
En caso de
fracaso del tratamiento conservador, el tratamiento suele ser quirúrgico,
mediante la implantación de una cánula en el conducto que permite drenarlo, es
una intervención sencilla y poco invasiva, pero no deja de ser una intervención
quirúrgica que requiere anestesia y es más invasiva que un tratamiento manual.
Irene
Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta
Col. 588 y Osteópata C.O.
C/Colón
22-2F (46004 Valencia)
Tel.
647947183
ireneestebanez@hotmail.com
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