Tienes una
cicatriz que no te gusta nada tocar, te duele o tienes en ella una sensación
extraña? Seguramente se trate de una "cicatriz tóxica".
En cualquier
operación, incluso si está perfectamente realizada, al cortar la fascia, se
produce un acortamiento de este tejido, que es menos extensible que un músculo.
La fascia o aponeurosis es un tejido fibroso que recubre muchas estructuras:
músculos, órganos e incluso partes nobles del sistema nervioso central. Aporta
vascularización a los tejidos que recubre, ya que a través de ella pasan
pequeños vasos sanguíneos.
Una mala
cicatrización de la propia persona, una mala experiencia emocional en el
momento de la cirugía o muchas otras circunstancias, pueden hacer que la
cicatriz quede engrosada, forme queloides o tarde mucho en cerrar.
Este
problema no es simplemente un problema estético, el presentar una cicatriz de
estas características (abultada, enrojecida...) puede traer otros trastornos.
Se puede
producir un corte de la circulación sanguínea en esa zona, una interrupción
energética (teoría de la medicina tradicional china) e incluso una modificación
de la postura corporal debido a la tensión excesiva de la fascia. En la
osteopatía, el tratamiento de una cicatriz se caracteriza por ser urgente,
antes de hacer cualquier otro tipo de tratamiento se deben revisar estas zonas.
Además del
tratamiento puramente de los tejidos de la zona, en kinesiología se trata la
polaridad celular de la zona y el conflicto emocional que provocó la mala
cicatrización de la zona.
Irene
Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta
Col. 588 y Osteópata C.O
C/Colón
22-2F (46004 Valencia)
Tel.
647947183
ireneestebanez@hotmail.com
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