TERAPIA DE MOVIMIENTO RÍTMICO

La terapia de movimiento rítmico consiste en la realización de unos ejercicios repetitivos que van encaminados a estimular el sistema nervioso central de la persona. Concretamente estos movimientos afectan al tronco cerebral, cerebelo, ganglios basales, sistema límbico y córtex prefrontal.

Se trata de ejercicios que implican a todo el cuerpo y algunos se asemejan a los movimientos repetitivos que hacen los bebés.

Debido a todas las zonas del cerebro que estimulan estos ejercicios, podemos afirmar que tienen un efecto en muchos aspectos de la persona, como en la postura corporal, la manera de moverse, la visión, audición, fonación, la parte emocional de la persona y su conducta....en fin, dado que el sistema nervioso central controla todo el funcionamiento del organismo, estos ejercicios tienen efecto en un sinfín de aspectos de la persona.

Estos ejercicios son especialmente eficaces en los niños, ya que sobre todo en la segunda infancia están en pleno desarrollo motor y están todavía a tiempo de cambiar ciertos patrones de movimiento erróneamente adquiridos.

 

¿En qué patologías o desórdenes pueden ayudarnos este tipo de ejercicios?

- Problemas posturales y de coordinación

- Problemas en el habla y/o escritura

- Falta de concentración, dislexia, problemas de comprensión

- Hiperactividad, trastornos del comportamiento

- Ansiedad, cambios de humor, aislamiento social, baja autoestima

- Autismo

 

En los adultos también nos pueden ayudar estos ejercicios, aunque el resultado no es "tan milagroso", siempre habrá que acompañarlo de otro tipo de terapias. No obstante, los podemos utilizar en casos similares:

- Dolor crónico

- Problemas posturales

- Problemas emocionales y de conducta

 

Un punto a favor de los movimientos rítmicos es que son fáciles de hacer, y en concreto, en el caso de los niños, son ejercicios que les suele gustar hacer. Es recomendable hacerlos todos los días o varias veces a la semana durante unos meses, por lo que hay que ser constante en su ejecución.

Bajo mi punto de vista son una herramienta muy buena y sencilla que puede ayudarnos en múltiples trastornos. Conviene acudir a un terapeuta experto en la materia para saber qué ejercicios hacer y si hay que acompañarlos de alguna otra terapia.

 

 

 

 

Irene Estébanez Aramendía

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