Fisioterapia y Osteopatia

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lunes, 2 de septiembre de 2013

CÓLICO DEL LACTANTE


El cólico del lactante es un trastorno típico del bebé que se caracteriza por llanto intenso y prolongado sin causa aparente, sobre todo por la tarde.


 Suele aparecer en bebés de entre dos semanas y cuatro meses, y aunque se suele decir que a los tres meses desaparece, en algunos casos se prolonga a más del año de edad. Para considerarse cólico se tiene que prolongar el llanto al menos tres horas al día, tres días a la semana y durante tres semanas seguidas.

El cólico se produce debido a contracciones de la musculatura lisa del intestino y se especula acerca de las posibles causas: inmadurez del sistema gastrointestinal, alergia a las proteínas de la leche de vaca, alteraciones de la flora intestinal o meteorismo (dificultad para expulsar gases).
También se han relacionado con este problema actitudes de la madre, como que sea fumadora, que tenga ansiedad prenatal, etc


Con la osteopatía se puede mejorar este problema de manera natural y sencilla. El tratamiento consiste en lo siguiente:

-          Técnicas viscerales: se trata de pequeñas presiones en distintas zonas del abdomen (intestino grueso, hígado, duodeno, diafragma…)

-          Técnicas craneales: durante el parto la presión sobre el cráneo del bebé es de 17-25 kg, y esto puede presionar algunas estructuras como el nervio vago, que inerva todo el sistema gastrointestinal. Esta compresión influye en el peristaltismo intestinal.

-      Tratamiento de la musculatura del cuello: el nervio vago discurre después de emerger del cráneo entre la musculatura cervical anterior. Si esta musculatura está excesivamente cargada por una tortícolis, postura anómala durante la gestación o traumatismo obstétrico, puede afectar a la conducción del mismo y ocasionar problemas gastrointestinales.

Las técnicas son muy suaves (se aplican gramos de presión) y están totalmente adaptadas al bebé, con lo cual no entrañan ningún riesgo para éste.

Recomendaciones

-          Aplicar masajes suaves en el abdomen del bebé en el sentido de las aguas del reloj, siempre fuera de la crisis del cólico. Podemos mover la mano con una onda (o como un gusano), avanzando por todo el intestino, que tiene forma de U invertida. De esta manera desplazaremos lo que el bebé necesite expulsar. A continuación, en la imagen, podeis ver la dirección ideal del masaje según las
flechas.




-          Cuando se le cambie el pañal realizar movimientos de flexión de una rodilla contra el abdomen, de la otra, y de las dos a la vez.

-       Algunas personas recomiendan estimular con un poco de aceite de oliva o un palito de las orejas el orificio anal del bebé para que evacúe. Personalmente sólo lo recomendaría si la situación es urgente, por ejemplo el bebé lleva sin evacuar 5 días o una semana, aunque en esos casos siempre hay que acudir al pediatra antes. Estimular excesivamente el orificio anal puede provocar alteraciones en el reflejo de defecación del bebé.

-           En plena crisis (sálvese quién pueda), lo único que podemos hacer es tranquilizar al bebé, hablándole de forma suave y tranquila, diciéndole que no pasa nada, que los papás están aquí para protegerle....

-           Hacer que el bebé expulse los gases después de cada toma, independientemente de si está con lactancia materna o artificial.
   

Ambas cosas ayudarán a relajar el abdomen del bebé y facilitarán la expulsión de gases.



Irene Estébanez Aramendía

Fisioterapeuta col.588 y Osteópata C.O.

c/Colón 22-2F (46004 Valencia)

Tel. 647947183

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