endometrial en los órganos pélvicos e incluso en la cavidad abdominal. Este tejido posee las mismas características que el endometrio, puede sufrir cambios con el ciclo hormonal, inflamarse, sangrar, etc...
Los síntomas
que produce son menstruaciones dolorosas, dispareunia, dolor o sangrado en la
micción, infertilidad, cáncer...
El
tratamiento médico alopático consiste casi exclusivamente en la prescripción de
anticonceptivos y, en caso de producirse endometriomas o adherencias, el
tratamiento quirúrgico para extirparlos. Esto supone un tratamiento únicamente
paliativo de los síntomas, en ningún caso va dirigido a corregir las posibles
causas de la enfermedad.
Entre las
causas de la enfermedad, se baraja la menstruación retrógrada y las causas
genéticas, pero no se sabe exactamente por qué ocurre.
La
psiconeuroimunología clínica ofrece posibilidades de tratamiento que van
dirigidas a mejorar los síntomas sin fármacos, mediante cambios en el estilo de
vida, suplementación, terapia emocional....a continuación hablaremos de las
actuaciones que pueden mejorar esta enfermedad.
Al tratarse
de una enfermedad proliferativa, en la que hay resistencia a la insulina y el
organismo está acostumbrado a extraer la energía de la glucosa, todas las
medidas que vayan encaminadas a extraer la energía de otras fuentes como la
grasa, serán positivas. Éstas son por ejemplo, la dieta cetogénica, el ayuno o
el entrenamiento en ayunas. Debido a circunstacias personales, no todo el mundo
puede llevar a cabo esto, y en ningún caso es aconsejable hacerlo sin
supervisión profesional.
También es
una enfermedad autoinmune, por tanto, los hábitos alimentarios son importantes.
Espaciar las comidas como mínimo 4 horas (lo ideal es hacer 2-3 comidas al día)
y priorizar alimentos reales (fruta, verdura, carne, pescado), así como evitar
el gluten, lácteos, azúcar y ultraporcesados, es una gran estrategia.
Otro factor
a considerar es la presencia de infecciones ginecológicas como infecciones
urinarias, vaginosis bacterianas, candidiasis y su tratamiento, ya que también es
otra de las posibles causas de la enfermedad. Su resolución y la recuperación
de la microbiota vaginal es crucial. En la PNI esto se hace mediante
suplementación natural y probióticos.
En muchas
ocasiones no sólo hay patógenos o disfunciones a nivel local (ginecológico),
sino también hay una disbiosis intestinal que hay que solucionar. La presencia
de candidiasis intestinal, SIBO, parasitosis...es otra disfunción que se suma a
los problemas locales y complica la sintomatología.
Por último,
siempre detrás de todo está la parte emocional de la persona. Conflictos con
parejas, creencias limitantes acerca de la maternidad, sexualidad o lo que
significa ser mujer, conflictos familiares o infinidad de circunstancias
personales pueden afectar significativamente en la aparición de esta patología.
Irene
Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta
Col.588 ICOFCV, Ostéopata, PNI
c/ Colón
22-2F (46004 Valencia)
Tel.
963216750 / 647947183
info@fisiocentrovalencia.com
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